Proyecto Oleo – III

Capítulo III
Autor: Israel Rodríguez

 

Mi nombre es Evans, bueno, realmente no es mi verdadero nombre, pero yo lo uso desde hace años, y todos los demás no tienen otra alternativa mas que llamarme por ese nombre. No recuerdo realmente porque empecé a usar ese nombre o en todo caso cual mi nombre real es, pero igualmente no es algo que me quite el sueño, lo he usado desde que entré a trabajar donde actualmente laboro, y sin más preguntas es así como me aceptaron y es así como todos me llaman cuando llego a la oficina.

Después de todo, no tiene la mayor relevancia, después de lo tarde que voy a llegar el día de hoy probablemente me despidan, y bien podría inventarme un nuevo nombre para buscar trabajo o seguir utilizando este nombre actual, no importa; últimamente las empresas ya no se preocupan en niñerías como los nombres, solo tus números, tus claves son las que mantienen tu verdadera identidad, tus números como el seguro social, o las claves con las que estas registrado ante gobierno es lo que realmente importa, mientras no olvides esos códigos y nadie se meta con ellos tu identidad esta a salvo y puedes hacerte llamar como la reina de Inglaterra si tu quieres, a nadie realmente le importa.

Lo que les importa a las empresas de hoy en día es que llegues temprano, y si no lo haces, puedes poner las excusas que quieras, puedes pasarte horas y horas rogando un perdón, algún tipo de excusa, aun así vas a ser despedido, y todo el tiempo desperdiciado disminuyendo tu dignidad pudiste aprovecharlo para buscar tu siguiente empleo, así que ya no vale la pena ni correr, ya estoy tarde para mi cita y para eso no hay marcha atrás, para hoy a medio día seré parte de las filas de desempleados de esta ciudad, al menos siendo despedido tengo derecho de cobrar un pequeño seguro de desempleo, que si bien no es algo para vivir de eso, es suficiente para no preocuparse mucho ni desesperadamente por reponer este empleo.

Además, no creo que me valiera mucho haber llegado temprano, porque después de todo no recuerdo ni tengo la mas mínima noción de que es lo que hago en la oficina, se que tengo que llegar ahí, se que es importante hacerlo, pero no se para que, no puedo recordar, por mayor que sea el esfuerzo que estoy haciendo, que es lo que hago para ganarme la vida, llevo un traje muy caro de lino, eso si lo puedo reconocer, mi portafolio es de piel y no de esa barata imitación que todos tienen, por lo tanto puedo asumir que no soy cualquier burócrata.

Probablemente es una señal de que realmente no importa que pierda este empleo, si ni siquiera puedo recordar que es lo que hago, probablemente el destino me esta queriendo decir que es momento de cambiar de aires y tomar un nuevo empleo, uno nunca sabe los diversos caminos que tiene el destino ni las diversas maneras que tiene para comunicarse con nosotros.

He escuchado, probablemente de amigos, de familiares, o de la señora del aseo inclusive, de gente que se accidenta de camino a algún lugar, y maldice y revienta en coraje por haber tenido un percance que los retrasara de llegar a su destino, solo para que cuando llegan se dan cuenta que el lugar al que iban acababa de sufrir un percance, ya sea un incendio, un derrumbe o un auto bomba, alguna calamidad que pudiera costarles la vida, pero a cambio, el destino solo les generó un esguince o algunas raspaduras menores; en ese momento deben tragarse sus palabras (que dudo que haya algo mas difícil y amargo que tragar mas que sus propias palabras) y seguir adelante buscando la forma de olvidar toda esa sarta de tonterías que blasfemó minutos atrás.

Quiero creer que todos estos retrasos que he tenido tan solo en esta mañana tienen un significado oculto, pero si así fuera entonces debiera de investigar los significados ocultos de todas y cada una de las cosas que veo día con día, y no solo las que me suceden a mi, sino todo lo que pasa a mi alrededor que no tiene una afectación directa, y que probablemente tras una gran cadena de acontecimientos, terminen afectándome a mi directa o indirectamente, y eso sería una gigantesca labor de ver cada hormiga que mueve un pie, o el movimiento planetario, y es una gran cantidad de procesamiento cerebral por algo que no tiene una relevancia trascendente; al final de cuentas, el destino tiene ya definido algo para mi cada que sale el sol, e independientemente que lo sepa o no, sucederá irremediablemente.

Ahora que llevo caminando unos diez minutos y pensando en tanta estupidez me detengo unos momentos, tomo aire, volteo a mi alrededor, veo una enorme cantidad de edificios y rascacielos, letreros de renta de oficinas, pordioseros en las calles, esculturas que engalanan las arquitecturas antiguas en esta ciudad, los rayos del sol que anuncian que es tarde, ya no se ve mucha gente en las calles fuera de los que trabajan en ella, y todo eso obedece a un motivo, ya todos están trabajando excepto yo, yo solo estoy perdiendo el tiempo porque después de todo, por llegar tarde es mi ultimo día de trabajo.

Sueno enormemente fatalista y lo he repetido hasta el cansancio, pero es que es esa la irremediable realidad; el gobierno, en su afán de convertirse en un ente controlador que rige a toda la gente desde sus adentros mas íntimos y su deseo de manipular todas las acciones de formas sutiles e insospechadas, aprobó una legislación que autoriza a las empresas a despedir a cuanto empleado quiera si ha cometido una falta ligera, pero si esta falta fuera la impuntualidad, el castigo es obligatorio, y en caso de no acatarlo, la empresa esta cometiendo una falta a la ley y terminaría pagando una multa de importante cantidad, o en el peor de los casos cediendo los derechos de administración a los empleados, quienes por su parte terminan hundiendo la empresa y haciéndola quebrar, o cometiendo los mismos errores que la administración anterior, y completando un circulo vicioso que termina con la compañía en quiebra; es por eso que hay tantas oficinas que se rentan tan solo en esta pequeña área de la ciudad, por ese tipo de situaciones, pero yo creo que ya no debiera preocuparme por mi vieja empresa sino por pensar ahora en que quiero trabajar?

Siempre quise, desde pequeño trabajar como bombero, o policía, o paramédico, algo dentro de mi me dijo, cuando era un niño, con ilusiones e ideales, que tenia que salvar personas, ahora que los ideales han sido pisoteados por las corporaciones y que mis ilusiones han sido destrozadas por la vida vacía de la ciudad, no me queda mas que trabajar en lo que sea que trabaje.

Por cierto, donde esta la oficina? He caminado en círculos por mucho tiempo y no me he dirigido realmente a ni un lado; no solo no recuerdo en que trabajo, sino que tampoco recuerdo en donde, probablemente debiera comenzar a preocuparme, pero antes que mi mente comience a hacer una cadena de pensamientos mas grande escucho una voz que me grita “Evans!!”

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